¿Qué es una subvención a fondo perdido para Autónomos?

Obtener una subvención a fondo perdido para autónomos o emprendedores resulta, en muchas ocasiones, determinante para su supervivencia rentable. No en vano, abrir un negocio requiere encontrar fuentes de financiación, ya que implica desembolsos importantes durante toda la vida de tu empresa. Asimismo, mantenerla a flote exige un esfuerzo constante para localizar cualquier oportunidad extraordinaria de inyección de capital.

En este contexto, las subvenciones y ayudas para emprendedores y trabajadores por cuenta propia suelen sacar de más de un apuro económico, sobre todo, cuando son a fondo perdido.

Cómo funcionan estas subvenciones a fondo perdido para pymes y autónomos

Su gran atractivo es lo que describe su nombre: no tienes que devolverlas.

Sin embargo, precisamente por este motivo, los requisitos para solicitarlas tienden a ser más estrictos. Adicionalmente, cuando te las conceden, tendrás que justificar al detalle qué usos haces del dinero.

Se trata de algo lógico, ya que funcionan como un complemento o apoyo para tu negocio. En ningún caso debes considerarlas como el principal sustento de tu plan empresarial. Sería un riesgo inadmisible.

Otra cuestión importante es que puedes pedirlas tanto si eres trabajador por cuenta propia como si tienes una pyme. Hay subvenciones a fondo perdido para personas físicas y jurídicas, aunque preferentemente están enfocadas a actividades económicas de interés público o social.  

¿Quiénes las convocan?

En España, existen diferentes convocantes de las subvenciones a fondo perdido:

• Estado.
• Comunidades autónomas.
• Entidades privadas. Se dan en menos casos, con más frecuencia en forma de créditos a fondo perdido, antes que de subvenciones.

Procedimiento habitual

El proceso es similar al de cualquier otra ayuda:

1. La entidad pública o privada lanza una convocatoria con un presupuesto determinado para realizar un proyecto concreto.
2. Se concretan unos requisitos de solicitud, así como un plazo para poder presentar la documentación.
3. Una vez vencido o agotado el presupuesto, se analizan las propuestas.
4. Se conceden los fondos. El beneficiario no tendrá que devolver el dinero recibido. Cuando hablamos de los créditos o préstamos de este tipo, tampoco se abonan intereses ni comisiones.

Subvenciones a fondo perdido: algunos ejemplos de referencia

Las ayudas directas del COVID-19 que se dieron a autónomos y pequeños negocios en 2021 son un ejemplo muy claro que todos entendemos. Se dirigieron, sobre todo, al sector servicios, uno de los más afectados por aquella crisis sanitaria.

En nuestros días, también es habitual que se convoquen para la digitalización, la sostenibilidad de la flota de empresa o la modernización de algún sector en concreto, como el primario.

¿Qué subvenciones a fondo perdido existen?

Hay diferentes criterios para clasificarlas. A continuación, te presentamos las categorías más significativas.

Subvenciones según su origen

En función de la procedencia, se diferencian estos tipos de ayudas:

• Subvenciones nominadas. Tanto las contempladas en la Ley de Presupuestos como las procedentes de modificaciones de crédito acordadas durante el ejercicio presupuestario para un determinado beneficiario.
• Ayudas o subvenciones genéricas. También se contemplan en la citada Ley de Presupuestos, para distintos beneficiarios o para una finalidad concreta.
• Subvenciones específicas. Se conceden a un beneficiario determinado por razones de interés público, con cargo a la Ley de Presupuestos para subvenciones genéricas.

En función de la finalidad

Considerando su objetivo, debes distinguir entre:

• Subvenciones y ayudas para el empleo y el autoempleo. Están relacionadas con la contratación de trabajadores, e incluyen bonificaciones en las cuotas empresariales para perfiles como los autónomos. También existen, en algunas comunidades autónomas, ayudas complementarias para la primera contratación indefinida.
• Subvenciones para potenciar a la empresa. Suelen ser convocadas por el Estado y las entidades locales. Las hay de muchos tipos: ayudas al emprendimiento, investigación, formación, mejora de los medios de gestión y telecomunicación, internacionalización, modernización de la producción, etc.
• Subvenciones a fondo perdido para potenciar un sector específico. Son menos numerosas, pero igualmente aprovechables. Muchas son concedidas por comunidades autónomas para impulsar la formación, el empleo femenino o sectores en riesgo: el agrario, el comercio, el turismo...

En relación con la forma de concesión

Otra posibilidad es clasificarlas en relación con cómo se otorgan. Uno de los factores más críticos para solicitarlas es el tiempo, conocido en lenguaje técnico como régimen de concurrencia.

En función de este factor, nos encontramos con:

• Subvenciones de concurrencia no competitiva. Se resuelven por estricto orden de presentación hasta agotar los fondos disponibles. La dinámica es bastante clara y transparente: quien llega primero tiene todas las opciones de hacerse con ella.
• Subvenciones a fondo perdido de concurrencia competitiva. En estos casos, se tienen en cuenta todas las solicitudes presentadas y se conceden a los proyectos que obtienen la mejor valoración. Suele ser las más frecuentes. Con todo, aunque la rapidez no es tan vital como en la otra opción, tampoco conviene retrasarse en su petición. ¿El motivo? Cuanto antes conozcas la convocatoria y los requisitos, antes podrás empezar a reunir toda la documentación y, de este modo, preparar una mejor solicitud.

Hay una última categoría interesante que se aplica en casos excepcionales: subvenciones directas contempladas por ley en los Presupuestos Generales del Estado, de las comunidades autónomas o de las entidades locales. Habitualmente, se concretan en ayudas a proyectos de interés público, social, económico o humanitario.

Conclusiones y recomendaciones finales

Te conviene saber que las subvenciones a fondo perdido tienen un papel esencial en el programa de promoción del Empleo Autónomo. Tanto es así que existen incentivos también a fondo perdido por primer establecimiento para personas desempleadas que se convierten en autónomos.

Además de estas subvenciones, te aconsejamos que estés pendiente de otras ayudas para trabajadores por cuenta propia:

• Rebajas o exenciones fiscales.
• Periodos de carencia en préstamos.
• Condiciones preferentes en créditos estatales.

Si te interesa solicitar estas ayudas, ten en cuenta que en la mayoría de las ocasiones te pedirán el certificado de estar al corriente de pagos con la Seguridad Social.

El plan Acelera PYME, por su parte, ofrece jugosos apoyos económicos para la digitalización de pequeños negocios. No lo dudes: te resultarán de gran ayuda si pretendes aumentar la productividad de tu empresa.

En definitiva, merece la pena trabajar para obtener una subvención a fondo perdido para autónomos. Es una de esas decisiones de empresa tan inteligentes como contratar tus seguros en Zurich Empresas. Mejorar la liquidez de tu negocio es una oportunidad muy productiva, sobre todo, cuando no te cuesta nada.