4 recetas para comer después de entrenar

11 oct. 2021

Comer después de entrenar es tan importante como el entrenamiento mismo. Tras una ejercitación deportiva, sobre todo cuando esta ha sido intensa, necesitas recuperar energías cuanto antes. Eso sí, es necesario hacerlo de una manera equilibrada, con criterio y sin echar a perder el trabajo realizado. Deja la impulsividad alimentaria en tu taquilla y planifica con cuidado esa ingesta estratégica.

Comer después de entrenar es tan importante como el entrenamiento mismo. Tras una ejercitación deportiva, sobre todo cuando esta ha sido intensa, necesitas recuperar energías cuanto antes. Eso sí, es necesario hacerlo de una manera equilibrada, con criterio y sin echar a perder el trabajo realizado. Deja la impulsividad alimentaria en tu taquilla y planifica con cuidado esa ingesta estratégica.

4 recetas para comer después de entrenar

Evidentemente, la elección de las comidas después de entrenar depende del tipo de persona, el momento del día y la ejercitación realizada. Por eso queremos ofrecerte cuatro alternativas, como referencia, que te inspirarán a la hora de definir tu alimentación posdeportiva. ¿Gustas?

Tosta de huevo escalfado y pavo, un desayuno regenerador

¿Has entrenado en ayunas y precisas recuperar energías? Los huevos escalfados te aportan las proteínas completas que necesitas y, también, un placer culinario merecido.

Tuesta un par de rebanadas de pan integrales, de avena o de espelta, y coloca sobre ellas el huevo escalfado. Sitúa encima 50 gramos de pavo y medio aguacate o, si lo prefieres, unas láminas de manzana.

Una vez preparado, tómatelo tranquilo y disfruta de esa mezcla de sabores reconstituyente. ¿Tienes más hambre? Un plátano de Canarias siempre viene bien.

Sushi, una comida impecable

Este producto japonés, colorido, exótico y apetitoso, es una estupenda opción para comer pescado, vegetales y cereales después de haber hecho deporte. Refrescante y fácil de preparar. Solo necesitas comprar 300 gramos de salmón fresco, arroz de sushi, un aguacate, 4 algas nori y un tarro de queso suave tipo crema. Te vendrá bien contar con una esterilla de bambú: fórrala con papel film y coloca encima cada alga nori. Después, pon encima el arroz cocido y un poco de queso. Añade una lámina de aguacate y los trozos de salmón fresco, antes de volver a poner algo de queso.

Enróllalo con cuidado, presionando el alga. Seguidamente, humedece el alga y añade queso en las puntas para que se peguen. Apriétalo todo y córtalo en trocitos. ¡Estará delicioso!

Yogur con toppings, una merienda equilibrada

Si has entrenado al principio de la tarde, al terminar te habrás ganado una energética merienda. Nuestra recomendación es clara: apuesta por el yogur griego, pues tiene mucho calcio y multiplica por dos las proteínas habituales de estos lácteos.

Viértelo en una taza o un vaso y pon encima media taza de avena, frutos silvestres cortados (frambuesas, moras, arándanos, etc.) y unas pocas nueces.

El resultado es exquisito y notarás enseguida cómo recuperas tu energía mientras sacias tu apetito.

Ensalada fresca con legumbres, una cena estupenda

Si has entrenado duro al final de la tarde, debes recuperar en la cena la energía perdida. En general, las ensaladas variadas son buenas opciones. Esta que te recomendamos, en concreto, lo tiene todo para saciar tu apetito y satisfacerte al hacerlo.

Para prepararla cuece 200 gramos de arroz y 100 de garbanzos, abre una lata de atún al natural y prepara una tortilla con tres claras de huevo. Reúne también palitos de mar, maíz y pepinillos.

Una vez preparados todos los ingredientes, mézclalos con esmero y añade aceite de oliva virgen extra y vinagre o limón. Este plato te entrará solo, es muy refrescante y sabe riquísimo. Se trata de una de las cenas después de entrenar altamente recomendables. Pruébala y no tardarás en idear nuevas variantes similares.

Seguro que estas cuatro recetas te sirven de inspiración a la hora de crear nuevos platos para comer después de entrenar. Recuerda que la variedad es importante, así no caerás en la rutina. Si utilizas los alimentos adecuados en el momento idóneo, no tendrás que pasar hambre para estar en forma. ¡Al contrario!